Seleccionar página

Cuando empiezas a trabajar en tu rutina diaria, puede parecer que no tiene fin. Sabes que, por mucho tiempo que le dediques, sólo seguirás mejorando. Sin embargo, a medida que sigues añadiendo más cosas a tu rutina diaria, te resulta más fácil ver cuánto tiempo dedicas a hacerlas. Al observar tu trabajo diario, puede ayudarte ver cuánto tiempo dedicas a tareas específicas. Por ejemplo, ¿sería mejor que tu día consistiera en correr y montar en bicicleta? Si es así, ¿qué ejercicios se adaptarían mejor a tu cuerpo y a tu mente? Comer temprano por la mañana también puede ser útil a la hora de decidir qué actividades son las adecuadas para tu cuerpo y tu mente. ¿Cuánto crees que durará esa carrera o ese paseo en bici? ¿Lo tienes todo planeado? Puede ser útil empezar por ver cuánto tiempo le lleva cada una de sus comidas. ¿Requieren varias actividades? Si es así, esto le ayudará a determinar cuándo y dónde debe hacer cambios. He aquí algunas formas sencillas de medir el trabajo diario:

¿En qué consiste tu día?

Una buena forma de empezar cualquier rutina matutina es crear un horario. Esto le ayudará a mantener el rumbo y a redactar un informe mejor. Utilizando este horario, podrás comprender mejor cómo empleas tu tiempo cada día. También te ayudará a determinar si hay algo que puedas hacer para alargar el día. Por ejemplo, ¿correr o ir en bici al trabajo? ¿Qué haces durante el día para alargarlo? ¿Qué haces a las 5 de la tarde para llegar pronto a casa?

¿Qué haces la mayor parte del día?

Aunque no te des cuenta, pasas gran parte del día haciendo cosas que requieren movimiento. Ya sea en el sofá, en el coche o en un escritorio, hay algo en la sensación de movimiento que conlleva. Puede ser difícil saber exactamente cuánto tiempo pasas haciendo todo lo que requiere movimiento. Hay ciertas actividades que sólo puedes hacer un poco cada vez. Por ejemplo, es posible que sólo puedas correr o montar en bicicleta a determinadas horas del día. Algunas personas también se dan cuenta de que tienen que dormir durante ciertas horas para poder dormir lo suficiente. Si has descubierto que no es posible hacerlo todo en un día, habla contigo mismo si tienes este problema. No te pasa nada, es lo que ocurre cuando eres joven y necesitas un descanso.

¿Qué ejercicio haces más a menudo?

Cuanto más frecuente sea el ejercicio que haga, más esperará su cuerpo que lo haga de forma natural. Por ejemplo, algunas personas consideran que correr es demasiado intenso para ellas, por lo que prefieren montar en bicicleta o caminar. Por otro lado, otras encuentran que bailar es demasiado fácil. Hacer descansos frecuentes y dormir lo suficiente puede ayudarte a mantener unas horas de ejercicio y movimiento razonables.

¿Cuál es tu peso corporal perfecto?

A medida que te pones más en forma, es natural que tu cuerpo se acostumbre a ejercicios más duros. Cuanto más exigente sea la actividad, menos deberías sentir que la disfrutas. Esto puede provocar un mayor riesgo de lesiones, como en rodillas y tobillos, y en articulaciones, como manos o dedos. También puede conllevar un mayor riesgo de desarrollar diabetes.

Tu duración media en días y semanas

Es mejor saber cuánto tiempo pasas haciendo ciertas actividades que decir que dedicas 8 horas a algo y 6 horas son para dormir. Esto se debe a que cuando sólo dedicas la mitad del tiempo a cada actividad, tendrás menos tiempo para hacer otras dos cosas, como tomarte un descanso para tomar un helado o leer un libro.

Tu media de horas de sueño cada noche

A medida que su cuerpo se acostumbra a trabajar a un ritmo más rápido, va a necesitar más energía. Por lo tanto, necesitará más tiempo para descansar. Por eso es importante dormir lo suficiente. Desgraciadamente, no existe una forma fácil de hacerlo: la mayoría de nosotros acabamos haciendo algún tipo de mantenimiento pasivo mientras el sueño es nuestro mayor reto.

Resumiendo

Cuanto más tiempo dediques a hacer cosas que requieran movimiento, más tiempo tendrás para otras cosas. Es importante llevar un registro de la frecuencia con la que se requieren estas cosas. Hay algunas formas básicas de hacerlo: – Observa cuánto tiempo te lleva cada una de tus comidas. – Mira cuánto tiempo te lleva cada uno de tus descansos. – Observa tu duración media en días y semanas. – Haz un resumen de tu día. Con estas cifras en mente, es importante que planifiques cómo vas a pasar el día. Esto te ayudará a ver qué tiempo necesitas dedicar a cosas concretas y también a elegir el momento adecuado para determinadas actividades.

Artículos relacionados: