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Cuando el portavoz socialista le ha preguntado directamente si él ha recibido sobres con sobresueldos que supuestamente repartía Bárcenas, tampoco ha respondido sino que ha acusado de “ruindad política”.

Montoro ha defendido que la ‘amnistía fiscal’ ha permitido aflorar bienes y derechos “hasta ahora ocultos” que, a partir de ahora, tributarán de forma ordinaria, lo que contribuirá a sostener los ingresos del Estado e “incrementar la fiabilidad de las cuentas públicas y avanzar en la corrección del déficit”. “Esta regularización va a ayudar a que los que hoy pagamos impuestos mañana paguemos menos porque hay más gente pagando”, ha añadido. El ministro también ha precisado que los 40.000 millones aflorados han sido el resultado de las declaraciones extraordinarias de 29.065 personas físicas y 618 personas jurídicas, cuyas identidades se conocen “a diferencia de lo sucedido en otros procesos especiales de regularización” como el de 1991, cuando la ‘amnistía fiscal’ del Gobierno socialista permitía “ocular a los titulares”.

“La regularización no encubre el delito cometido”, ha asegurado el ministro que ha reprochado que el actual debate político esté falseando el proceso, haciendo que se traslade a la ciudadanía lo que no es verdad. Montoro ha hecho hincapié en que ninguna persona física o jurídica puede beneficiarse si tiene abierto un proceso en vía administrativa o en vía judicial para evitar las consecuencias que puedan tener esos procesos. “Eso es lo que le da sentido a que junto a este proceso se hayan aprobado leyes como la antifraude y la modificación del Código Penal”, ha añadido Montoro. “Si se está incurso en otro procedimiento acogerse a la regularización es inoperante”, en palabras del ministro, que ha puntualizado que es indiferente que la solicitud de regularización la haya presentado la persona investigada o una sociedad en su nombre.

Montoro ha explicado que regularización especial se ha diseñado para aflorar rentas que procedan de actividades lícitas, y ha aseverado que las que procedan de un origen ilícito no salvarán las responsabilidades que pudieran derivarse, ya sea una persona física o jurídica. “El condenado debería restituir los bienes y derechos vinculados a esas actividades”, ha dicho, tras asegurar una vez más que la amnistía no sirve de nada en estos casos. “La declaración tributaria exraordinaria no borra ni limpia delitos”, ha insistido.

Las explicaciones del ministro no han satisfecho al grupo socialista, cuyo portavoz, Pedro Saura, ha reiterado la crítica fundamental de su partido: que la amnistía fiscal se hizo para que presuntos defraudadores y delincuentes se pudieran acoger a ella -se diseñó con ese fin, ha llegado a decir Saura- y ha mencionado la solicitud de los beneficiarios de que se hiciera una regularización más barata, a lo que se les respondió permitiéndoles tributar el 10% no sobre el capital aflorado sino sobre sus rendimientos. Luego, ha dicho Saura, lo que han tributado es como mucho un 3%, aunque más adelante ha avanzado que cree que estará entre el 1% y el 2%.

Saura ha rebatido también que la información sobre quienes se han acogido a la regularización no sea opaca, como ha señalado el ministro, remitiéndose a informes de los técnicos de Hacienda. El portavoz socialista ha reiterado que Montoro tendría que presentar su dimisión si se demuestra que Bárcenas ha conseguido regularizar parte de su dinero a través de una sociedad, como ha reconocido públicamente su abogado.

A juicio del PSOE, Hacienda ha ido cambiando las exigencias de la regularización paulatinamente para adaptarla a las exigencias de los defraudadores. Saura ha leído un párrafo de la norma, según el cual no podrán acogerse a la amnistía quienes tengan abierta una inspección fiscal. “Para nada habla de un proceso judicial”, ha enfatizado el portavoz.

Pedro Saura ha terminado su intervención refiriéndose a los sobres de dinero negro que supuestamente habrían cobrado miembros de la dirección del PP como sobresueldo y ha preguntado directamente al ministro si él se encuentra en ese caso. Montoro ha pedido responderle inmediatamente. “La ruindad en la política tiene un límite”, ha dicho y ha recordado que su declaración de la renta está publicada en la página web del Congreso. “No vaya a ser que haya otros a quienes les falten elementos de esa declaración”, ha añadido. El ministro ha criticado que “ni el señor Rubalcaba ni la señora Rodríguez hayan tenido lo que hay que tener para venir aquí a decir lo que están diciendo en los pasillos”.

Montoro acusa a los socialistas de “ruindad”

Montoro ha reprochado a Saura que mantenga un argumento político, ajenos a las características y el proceso de regularización, y que a partir de ahí pida su dimisión. El titular de Hacienda ha tachado varias veces de ‘ruindad’ la intervención del portavoz socialista que ha enmarcado en una práctica habitual de su partido. “Ustedes están haciendo una oposición de enfangar, no de contribuir, y eso es lo último que necesita España”. Y ha terminado: “Recomiéndeles a doña Soraya y a don Alfredo que le sustituyan en ese puesto”.

A partir de ahí, ha ido subiendo de tono el rifirrafe. Saura ha replicado al ministro aludiendo al escándalo de la ciudadanía por lo que está pasando y por la amnistía fiscal. El portavoz socialista ha justificado las preguntas que ha hecho al ministro porque, como parlamentario, es su deber aclarar conductas que puedan resultar dudosas. “Hay un escándalo mayúsculo con algo que usted diseñó y lo que tiene que hacer este grupo es decir aquí lo que hemos dicho: tenemos que aprobar una comisión de investigación porque las explicaciones no están claras”.

De nuevo en el uso de la palabras, Montoro no se ha privado de tachar de ‘impertinentes’ las preguntas que se le han formulado. Y ha pasado a explicar el desfase entre el dinero aflorado con la amnistía fiscal y el recaudado. El ministro ha asegurado que le hubiera gustado recaudar 300.000 millones, “pero así es la vida”, y que su problema es que como titular de Hacienda se encontró con una recaudación en España “anormalmente baja”. Ha reiterado su defensa del proceso de regularización, puntualizando que lo que ocurre es que “a usted no le interesa nada de esto”. Ha recomendado al portavoz socialista que lea la norma porque “yo no he venido a hablar de consignas sino de contenidos”.

Josep Sánchez Llibre, en nombre de CiU, ha dejado claro que se ha fracasado en el capítulo de los ingresos, desde el momento que estaba previsto recaudar unos 2.500 millones y solo se han recaudado 1.200. El portavoz de los nacionalistas catalanes le ha reprochado al ministro que no haya aclarado en absoluto si Bárcenas se acogió a la regularización y le ha recordado que “con más transparencia reforzamos nuestra democracia”.

Todos los demás portavoces han insistido en la misma línea de críticas hacia la amnistía fiscal y todos han reclamado más precisiones sobre la situación del extesorero del PP. La pregunta que se le ha planteado ha sido muy clara y muy concisa: “¿Se acogió o no Luis Bárcenas a la amnistía fiscal?” Su respuesta ha sido tan evasiva como su exposición inicial: “El señor Bárcenas no está en el PP desde el año 2009. El señor Bárcenas está acogido al secreto tributario del artículo 95 de la Ley General Tributaria como lo estamos todos, excepto cuando él mismo o su representante renuncia a esa protección de datos (en referencia a la declaración del abogado Alfonso Trallero, que fue quien reveló que Bárcenas había regularizado diez millones a través de una sociedad). Por lo demás ya saben que la intención del Gobierno es modificar ese artículo para que públicamente se pueda hablar de cualquier contribuyente porque en un mundo como el que vivimos la transparencia es clave”.

Montoro ha dedicado casi toda su intervención final a hacer un alegato sobre la transparencia de los cargos públicos, que tienen su renta publicada a la vista de todo el que quiera consultarla, y ha vuelto a descalificar las críticas de la oposición, que ha calificado de ‘insidias’. El ministro se ha escudado en que lo que ha hecho es “traer más dinero para la Hacienda Pública”. Y, además, ha remarcado que los que más tienen, los grandes contribuyentes, son los que más han aportado a la subida de impuestos. “Lo que no entiendo es que cuando traemos esa mayor recaudación, nos digan que lo hemos hecho para beneficiar a alguien. ¡Es que es genial!”, ha exclamado Montoro.